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Tal vez éste día pudiera ser como
cuarquier otro día...
un día igual que otro, un día como el mismo de ayer.
Podría serlo, pero no lo es...No lo es,
porque al despertar te senti tan cerca,
como que mis manos pudieran alcanzarte y tocarte.
No es un día igual que los días anteriores,
porque al despertar lo primero que hice,
fue pensarte, y enviarte un suspiro con el viento,
el cuál espero alla llegado hasta donde estuvieras tú.
Sinceramente no sé, que es lo que me hata a ti...
lo que me hace pensar tanto en ti...
y quererte de la manera que te estoy queriendo.
Éste día pudo ser igual que otros días,
días de mucho trabajo, días simples, días nostalgicos,
días fragiles, tristes, negros, blancos, grises, y/o hasta rosas.
Días donde la melancolica soledad embarga mi alma, y mi corazón.
Pero no es así...no es un día de esos o aquellos.
Hoy es un día hermoso...porque sin conocerte,
te pienso, porque sin tocarte te siento,
porque sin haberme perdido en tu mirada,
te veo através de mis ilusiones, de mis sueños,
através de mis pensamientos, y de mi corazón...
porque sin besarte, siento la dulsura de tus palabras, de tu ser
de tu alma inpregnada en mis labios, en mi alma, en todo mi cuerpo.
Jummmmmmmm eres una mugrosa, linda, claro, pero mugrosa...
porque como desde el momento en el que vi al cielo y vi tu brillar,
tu luz, tu belleza, y tu resplandor sobre mi.
Desde ese momento en el cual no pude tocarte,
ni conocerte de más de cerca.
Porque tú estabas tan lejos, que era imposible para mis manos tocarte.
Desde ese momento supe que eras una mugrosa....jejejejeje
y mis días an sido todos más bellos, más tiernos, más rápidos, y
más felices...
Algunos an sido tristes, no por haberte conocido,
sino que por tu lejanía, porque estás lejos.
Porque la distancia que hoy me separa de ti...
esa distancia que no me permite reflejarme en tus ojos, esa distancia
que no me deja abrazarte, sentirte, y soñarte más de cerca.
Para no pensar que tú sólo eres un sueño.
Esa distancia que no me permite perderme en tu mirada...
es la culpable de algunos de mis días tristes que he tenido desde
aquel momento en el que vi al cielo
y te vi a ti...Querida y Mugrosa Luna.
Autor: Henry N. Bardales
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